Mientras las inmediaciones del Parque amanecieron valladas en sectores donde hasta el viernes solamente había personal de seguridad, el estadio que albergará la apertura y clausura del evento exhibió un movimiento de personas inédito y que se repetirá este domingo y el lunes, cuando se realicen nuevos ensayos.
Celosos de mantener a resguardo cualquier detalle de la ceremonia, solamente el personal autorizado podía atravesar un vallado ubicado a unos 300 metros de las puertas del estadio olímpico. Música, coros, niños que ingresaban y una fuerte custodia de seguridad eran las imágenes que adornaban la postal desde lejos.
En las inmediaciones del Parque, efectivos militares respondían con corrección a las preguntas de algunos turistas, que al ver un vallado a la salida del centro comercial Westfield Stratford preguntaban qué estaba sucediendo. Allí, uno de los efectivos identificado como Dave, decía con corrección: "Es por seguridad". Tal vallado se mantendrá así hasta el mismo 27 de julio, día de la inauguración.
Para muchos, la intención de tener una foto de recuerdo del Parque se diluyó por completo, como ocurrió con un australiano de nombre Shawn y su novia, quienes querían una foto del sitio pero debieron retirarse ante el pedido de que no sobrepasaran las vallas.
O el caso de una familia de Barcelona, que vacaciona en Londres. Dentro de su plan de paseo, se encontraba visitar el Parque para tomar la foto del recuerdo, pero la desilusión llegó al toparse con el bunker que a partir de hoy es el Parque Olímpico.
Militares en acción
El dictamen acerca de que la Royal Army tomaría el control de la seguridad del Parque Olímpico, como se anunció hace unos días, se cumplió exactamente a 13 días de que arranquen los Juegos. Este sábado, decenas de efectivos militares se pudieron observar en las inmediaciones y dentro de la zona olímpica.
La empresa de seguridad privada G4S, que originalmente estaba encargada de proveer y capacitar al personal para la seguridad de los Juegos Olímpicos 2012 y a la que se le pagó casi 300 millones de libras tuvo que ceder el control a la Royal Army, quien desde el viernes destinó 3500 efectivos más para evitar un vacío en la tarea más grande de todos los Juegos, que es salvaguardar la integridad de todo el evento.
Por estas horas, los efectivos militares abundan en el Parque Olímpico, haciendo sentir su presencia no sólo a los curiosos que se acercan al lugar, sino también a las personas que trabajan dentro del predio.
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